¿Son buenos los delincuentes, o son malos?... ¿Qué puede importarnos eso a nosotros, compañeros?... Esta duda, que debería plantearse el juez, y que nunca se plantea, tiene que ser superada por nosotros, absorbida en la llama pasional de nuestras vindicaciones: son víctimas.
Sin caer en sensiblerías frente a los que hacen ilegalismo, podemos afirmar que son siempre mejores que los que los castigan. ¿Tablas para valorizarlos?... Si alguna podría aplicarse, debiera ser ésta: el llamado delincuente es más humano que el vigilante, éste menos perro que el comisario, éste todavía menos bestia que su jefe y, en fin, este último nunca tan canalla como el presidente de la república o el rey del reino.
El que encarna el poder, encarna el daño. Los demás son simples grados, eslabones de una cadena que termina en una argolla que aprieta el cuello del que cayó más bajo. Éste hace el gasto de la bacanal de sangre y lágrimas en que los otros se ahitan, con su miserable vida aherrojada.
Éste es la víctima; pero no sólo de la pena que le infligen los perversos, sino también de aquellos “hombres honestos” que no han deshonrado en ellos toda la legalidad. Ésta es la palinodia que hay que cantar frente a los delincuentes. Todo puritano, aunque se diga anarquista, es en el fondo un legalitario; como toda mujer que se envanece de la castidad de su alma, es en el fondo una burguesa. Su capital de virtud, como el del burgués, de oro, está hecho de la desventura de sus hermanas; es este lodo infecto que alimenta su bella planta, la flor de su pureza delicada.
El delincuente es un despojado de su honradez; la prostituta es una desposeída de su amor virtuoso. Un anarquista frente a ellos nunca puede preguntarse si son buenos o son malos, sino atraerlos al foco de sus reivindicaciones contra los burgueses y contra las burguesas. Reparto y reparto de todo; si aquí, en el mundo de la delincuencia, faltan muchas virtudes, es porque en los que los persiguen, y, lo que es peor todavía, en los puritanos, sobran, sobran hasta corromperles el alma.
Mujer caída, befada de todos: si habría de hacerse una tabla para valorizarte, diríamos: siempre eres más humana que una virgen, como ésta es menos zorra que una monja, como ésta nunca es de sentimientos tan corrompidos como una presidenta o una reina. Es tu savia caída en el fango que nutre esas plantas. Eres una despojada. Quien toca a ti toca el despojo. Quien sea hombre tiene que ayudarte a erguirte contra las despojadoras. En verdad que debemos deshonrar muchas cosas en nosotros, si es que queremos honrar la verdadera justicia. Sin esto tampoco nunca nos comprenderán los deshonrados. ¡Menos virtudes legales; más militancia anarquista!
Publicado en 'La antorcha', año 1927 aprox, Argentina.
sábado, 17 de noviembre de 2012
martes, 13 de noviembre de 2012
jueves, 8 de noviembre de 2012
el peor sabor del mundo
el de mi nueva pasta dental para encias sensibles.
'parodontax', deguste el fluor efervescido por el bicarbonato de sodio mas 5 escencias naturales: un combo delicioso entre salado, mineral y agriedad. en un precioso color naranja amarronado tipo caca blanda.
'parodontax', deguste el fluor efervescido por el bicarbonato de sodio mas 5 escencias naturales: un combo delicioso entre salado, mineral y agriedad. en un precioso color naranja amarronado tipo caca blanda.
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