sábado, 14 de marzo de 2020

Tóxica

No es el coronavirus. No es el dengue. Tampoco la gripe. El famoso "no sos vos, soy yo" aplicaría en este caso.
Yo soy la tóxica de la relación.
Ya está, lo dije, lo asumo. Creo que siempre lo asumí, sobretodo porque ser tóxica no afecta ni exclusivamente, ni en mayor medida al resto, si no a mí misma. Pero asumirlo no sirve para nada, no? Ya lo sabemos. Qué temprano aprendí eso. Qué temprano aprendí a asumir y pensé que eso me iba a eximir de lidiar con los asuntos, pensé que me iba a solucionar las crisis, pensé que asumir era resolver y olvidar.
Pero no. Ni mierda.
Así que empecemos por invitar a toda esa gente optimista del orto, la del "por lo menos te das cuenta", a aprender de una buena vez que mejor se guarden el comentario inútil porque decir eso no me ayuda ni me sirve para nada. Juro que me acuerdo que la primera vez que escuché eso fue hace mucho y lo sigo escuchando. Y de gente de mi edad, también! Escuchame no estuviste vivx casi 30 años igual que yo como para saber que asumir es sólo el primer paso de una hazaña comparable a escalar el maldito Everest?
Creo que ahora quisiera querer negar. Ignorar, desmentir, cegarme ante la realidad que no puedo cambiar. Porque duele no poder cambiarla.
Lo peor es que ser tóxica es algo que viene de algún cajón de la psiquis que no sé donde está, no lo veo cuando se abre, más que un cajón, es un caja de Pandora. Así que tampoco me sirve que me digan que ya fue, que no piense así, que X cosa no es cierta o posible... o que me "relaje".... ay..... que me relaje? Really? No hace falta ser acompañante terapéutica para saber que NO le tenés que decir A NADIE NUNCA que se relaje. Eliminemos esa frase del lenguaje y el saber cognitivo humano universal.
A lo que voy es que lo que siento es involuntario, no lo puedo des-sentir porque si pudiera lo haría porque a mí me molesta más que a nadie. No lo entiendo más que ustedes. Bah es simple, soy insegura. Mi inseguridad se manifiesta en celos, territorialidad, necesidad de control. Es exhaustivo. Y voy a terapia, para que sepan. Y sí me sirve. Pero parece que no para esto.
La buena noticia es que todavía existe este blog y siempre va a existir. Es mi botón de pánico y cada vez lo uso menos. Cada vez que no aguanto y necesito no decir o no actuar para no cagarla, acá esta, la fiel nada virtual, para cobijarme, ayudarme a desahogarme y seguir. Pasar de largo sin responder.
O en este caso, no revisar la compu con la que me dejaron sola.