En la profesión a la que intento volcarme de lleno en esta vida, la etapa donde la magia ocurre es el RODAJE. Es el momento en que todas las fuerzas y ánimos y energías e ideas se concentran, se fusionan y resultan en un PRODUCTO AUDIOVISUAL. Es esto lo que hace, que el rodaje sea mucho más que la ejecución de un planeamiento de un proyecto. Rodar una película, estar con 5, 6, 7, 20 personas en un sitio aclimatado, acustizado, iluminado, decorado y habitado por técnicos y actores donde se le da un sentido particular a acciones, sonidos, imágenes logrando así una futura comunicación con un maravilloso espectador es un RITUAL ESPIRITUAL. El estrés, la adrenalina, la locura que implica que una toma salga o salga O SALGA SÍ O SÍ, me es una razón muy fuerte para vivir.
Sé por propia experiencia que es una sensación similar a bailar y quizás también a tocar tus canciones en vivo. Será como lo que siente un actor al expresarse mediante un personaje o como lo que el mismísimo fucking genio de Michel Angelo flayó cuando esculpió al perfecto increíble David. Es puto arte (pongo puto porque decir 'es arte' a secas, suena muy pretencioso y pedante). Es creación, la concha de la lora. Es mi religión! Yo creo en cine y en danza tanto como en música y artes plásticas, a pesar de que nunca me subí a un escenario o pinté un cuadro, cuando veo una banda que la rompe o un cuadro de un sarpado mentalista gráfico, sé que hay en ese acto mucho poder trascendental, poder de comunicar y destrozar barreras lógicas y racionales.
Sin embargo, tal y como lo describo, el arte no es casualidad ni mera iluminación momentánea. No es tampoco suerte o talento. Es la conjunción de fuerzas, ánimos, energías e ideas y eso no es fácil ni es para cobardes ni para indecisos ni para flojos. No es un fin, sino un medio. Y hay que apasionarse pero también trabajar y descascararse el culo. Y no lo digo porque 'SOY UNA ARTISTA' lo digo porque quisiera serlo algún día (sé que suena ñoño, pero come on entendamos que dentro de mi cursilada hay anhelo de vida llena y bella como todos lo tienen). Para tal propósito, hacen falta REGLAS. No es por 'burocrática' o pesada o poco 'liberada'. Hay que establecer reglas, principios, objetivos y plazos.
Y he aquí lo que originalmente quería compartir cuando empecé esta entrada, los 10 mandamientos de Werner Herzog para hacer cine (bueeeeeeeno cheee, necesitaba contextualizar):
Se me ocurre que por ahora mis diez mandamientos pueden ser:
1) Honrarás los diez mandamientos de Herzog.
2) El talento no es nada sin trabajo duro. Y el trabajo duro es un talento.
3) Experimentarás todo lo que se pueda en la vida para saber qué y cómo contar historias y emociones.
4) Si vivís con tus padres, no es cine independiente.
5) Sí contradecís a Herzog y estudías cine, harás una peli defenestrando a la institución a la que hayas asistido.
6) Serás honesto contigo mismo antes de filmar, sabrás qué querés, cómo lo querés y porqué. Tendrás objetivos claros y organización para ello.
7) Darás el máximo de honestidad y transparencia y harás el máximo esfuerzo para comunicarte con el espectador: nada de mensajes encriptados en planos complicados, usar todas las herramientas del lenguaje sin privaciones ni miedos, luchar y luchar para distribuir y exhibir en todos los medios y lugares que se pueda y no cagarse para explicar lo que quisiste decir con la peli.
8) Usarás el mínimo posible de iluminación artificial: requiere mucho tiempo, distrae a los actores, consume mucha energía (incluyendo esfuerzo humano) y entorpece la honestidad mencionada en el punto anterior (véase entrevistas a Pedro Costa y Dziga Vertov).
9) Dejarás de lado tu egoísmo y amor propio en pos del trabajo en equipo y producto final.
10) Tendrás tus propios mandamientos sobre cómo hacer cine.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Usted acaba de escuchar parte de la conversación casi interminable conmigo misma que durará toda mi vida y cuyo archivo comparto con la nada virtual. Siéntase libre de opinar del tema en cuestión.