martes, 23 de diciembre de 2014

Por más que mis orejas se fundan en ti, temo que la sola brisa te lleve de regreso... Pues quiero que tu ángel permanezca aquí, atado a las cruces que crearon los gigantes eternos. 
Maldigo que otro pueda ver tu cuerpo prodigioso y desnudo como yo suelo verlo. Y a la vez que el granizo se torne atroz, que todas las palabras que se mienten se transformen en hadas.
En tanto que la luz nos derrite así, veo como escapan los momentos en las sombras extrañas... Quiero que rebotes en mí y así formes cáscaras que ingresen en mi cinta celeste.
Dicen que hay que amar hasta el fin, si no viene un diablo delicado que cabe en el alma. Deseo que tus ojos se ajusten a mí, y así ver los peces de colores que nos cubren en sueños...

Ah algo se pierde en el mar, es un reflejo de tu piel... Ah algo se pierde en el mar, es un vestigio de tu piel...

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