Para sentirme mejor voy a hacer la segunda entrega de
"Tindereando con Viki"
El pibe piola
Lo encontré. El único pibe potable de Tinder. Un pibe que arranca la charla diciendo que no es tan lindo como en la foto. Manda audios. Charla sin cesar. Por fotos es lindo pero eso ya ni importa, es piola, habla, voilá!!!! En cuestión de horas pactamos juntada.
Cuando voy, estoy nerviosa como siempre, porque siempre terminan siendo unos salames o feos o piola pero no me genera absolutamente nada y despues rechazar a alguien sin hacerlo directamente para no ser forra es más difícil que la verga y bla, paja las citas a ciegas. Porque es eso esencialmente lo del Tinder, citas casi a ciegas. Pero bueno la cosa es que llego y lo veo y es lindo. Es lindo! Pero me da vergüenza mirarlo mucho porque se notaría que estoy mirando si posta es lindo y cuán lindo es y bla, pero ya arrancamos sonriendo y buena onda y eso que a mí me habia bajado el máximo sueño de la vida. Ya en el kiosko nos fichamos mejor y nos damos cuenta que nos gustamos, bien, vamos para adelante, pase pal rancho.
El es grandote alto así corte rugbier ( más tarde me enteraré que en efecto jugaba al rugby) tiene una sonrisa picarona que de toque me despierta y me saca del estado paja corporal que estaba antes para ponerme en un renovado estado paja mental. Tiene linda cara y está medio bronceado. Va. Compramos birras y vamos al depto y las tomamos.
Corte necesario en el relato para decir que ya se que no da técnicamente ir a la casa de un desconocido y que yo siempre fui media border con eso y nunca me pasó nada feo pero no lo recomiendo a pesar que yo lo haga siempre. Como que yo tengo una intuición pero se que técnicamente teóricamente no es buena idea ir derecho a casa de un desconocido, en todo caso de proceder así, manda la ubicación a una amiga de confianza, que se io, es lo que io hago.
Volviendo al tema, la charla fluye demasiado bien, tanto, que ni logramos terminar un tema y pasamos al otro y así. Coqueteo sutil de por medio, es como que en un punto empiezo a notar que estoy muy cómoda y que estoy coqueteando cual mona en celo. Eventualmente vamos cambiando de escenario hasta que terminamos en la cama.
Cogimos, si, re daba. Si no me pinta no cojo, ya aprendí. No más gauchismo, no más avivar ni desvirgar giles a menos que me paguen. Bueno el sexo con este pibe fue el mejor en año y medio. Intenso, conectado, una montaña rusa emocional, lento y rápido, duro y suave, violento y cariñoso, dominante y dominado, rico. Rico. Largo. Tortuosamente placentero.
Dormimos juntos y separados (en un momento se cambió de cama because #1plaza) pero hubo cucharita, mañanero hermoso, mimos, de todo.
Al día siguiente nos despedimos con la mejor y a los 4 días nos juntamos de nuevo, claramente motivados por la manija de la primera vez.
La segunda vez cae medio choborra pero sin perder aceite, me di cuenta al día siguiente porque me preguntaba cosas que ya me había preguntado antes. Hablamos dos segundos y mientras hablamos ya me estoy dando cuenta que hasta me calienta cuando habla, porque es inteligente y sensible y sensato y divertido y piola y todo y me le quiero subir encima. Luego me toca hablar a mí y en el medio al tiempo que dice "disculpa pero tengo que" me corta para darme un beso. Osea que le pasaba lo mismo que a mi? Ya esa cabecita Disney elucubrando teorías conspirativas cupidescas. El sexo no fue tan bueno como la primera vez, pero igual acabe, igual me gustó, igual me hizo sentir conectada, que se yo. Delirios de una quizás.
Pero piola. Y me saludo con 2 picos. Solo los piola saludan con pico.
Igual ahora ya está distante, quizás esta bien, yo porque soy una intensa del orto. Mejor que pase más tiempo así me puedo depilar para la próxima y también volver a terapia.