lunes, 14 de marzo de 2016

mi amor de la primaria

En tema de relacionarme con hombres fui precoz. Mi primer novio fue a los 4, en Buenos Aires, Emiliano. Me dejó por Julieta. Ibamos lxs tres al mismo jardín Armonía. Al año siguiente, cuando me vine a vivir a Córdoba, compartí un novio por año y medio aproximadamente con mi mejor amiga Memi. Se llama Matías Tarnavasio. Desde el principio tuve amores intensos (y buena memoria). No sé si será que Disney me enganchó en una excesiva temprana edad, o si tiene que ver con otra/s vida/s, o si así soy yo, destinada a amar hombre tras otro (ojo, Susanita jamás). Con ellos tengo recuerdos que no están en ninguna foto, ni video. Me acuerdo porque produjeron algo en mi, algo inocente pero fuerte. Creo que cada vez que me enamoro es así. De Matías me tuve que olvidar lamentablemente, cuando me enteré que estaba en un reformatorio. Hoy es jimenero y de la Cámpora.
Ya en primer grado tenía la vista fija en Gonzalo García Berrotarán, a quién le envié un sinnúmero de cartas de amor, la mayoría destrozadas por mi terrible compañero Juan Martín Bianco, celoso por la atención o sólo ejercitando maldad infantil, jamás lo sabré. A mi no me afectaba creo, seguía escribiéndole a "Gonchi" cuanto lo amaba. Hasta que un día le partí la vianda en la cabeza (me hizo un chiste y no supe como reaccionar). Ahí perdí toda oportunidad con él.
Es verdad que un clavo saca a otro clavo, porque cambié sin problemas de Gonzalo a Pablo Burin. Fierito pobre (esto pienso hoy, de chica lo creía uno más de los Back Street Boys), me tendría que haber dado bola, pero yo en el primario estaba más loca que ahora, quizás eso lo ahuyentaba. Además yo no era "deportista", viste que en el primario los nenes gustan de la nena que corre más rápido. Yo era un queso. Conclusión, tampoco me dio bola. Peeero tampoco me dolió terriblemente.
Pero del que hoy les quiero contar es otro, mi verdadero amor del primario. En sexto grado, nos sumaron un chico que se había quedado, gringo cual surfista, rockero, quilombero, sexy a morir. Facundo Cruz Castellanos (es importante su nombre completo, ya que yo tenía memorizada toda su información: dirección, teléfono -obviamente fijo por ese entonces-, nombre y edad de lxs cinco hermanxs, etc.). Me sorprendió lo rápido que conseguí su atención. Quizás porque ya no era de "la barrita", el grupo de aplicadas alumnas populares que se juntaban con varones deportistas -me habían echado el año anterior por votación en lo que fue la primera asamblea de mi vida. Y yo me fui con la frente en alto y me hice amiga de la rocha Macarena y la rockera Carla (rockera tipo Iron Maiden y Metallica, rockera en serio). Facu se hizo amigo de los varones "populares" (los que se portaban mal digamos) y del otro chico nuevo, Carlos Campos, sobrino de la tutora más temida, "la Lizzie". A Carlitos le gustaba hacer graffitis, escuchaba Slip Knot, Marilyn Manson y todas esas bandas de rock bien frikis, le contestaba a los profesores, se vestía como quería, rayaba todo y le gustaba el bardo. Pero como amigo, era un dulce de leche mal. Así que Facu, Carla, Macarena y Carlos, esa era mi bandita.
La cosa es que yo nunca sabía si Facu gustaba de mí o sólo me daba bola porque estaba en etapa de descubrimiento sexual (su pija, su mano, juntas en un hermoso acto primitivo) y sabía que yo gustaba de él y podía involucrarme en sus propósitos investigativos de la etapa. Yo estaba MUERTA con él, no pensaba en otra cosa. Por su culpa tuve mi primer pudor de pelos en el cuerpo (cariñosamente me llamaba "Moncholo", googleen imágenes y se imaginarán por qué). La tensión sexual fue in-crescendo: primero empezamos pegándonos un poco seguramente (teníamos 11 y 13), pero después me tocaba la cola y yo a él y así llegó a mostrarme la pija un promedio de una vez al día (digo, algunos días pintaba tranqui y no me la mostraba y otros días me la mostraba cada vez que le pedía la goma de borrar, que de hecho sí tenía). Un poco violento tal vez, pero yo lo amaba con locura, estaba en un trance con su cara perfecta, sus ojos color miel, su pelo lacio tipo hanson brothers, sus manos cuando tocando la guitarra (tocaba la guitarra!!!), o a mi, o a él mismo o a un puto liquid paper. Estaba perdiendo mi ya fingida inocencia (hacía rato que veía la trasnoche de I-Sat cuando mis padres salían).
Mi miedo era no chapármelo bien, porque mi último chape había sido con Matías Tarnavasio (sí, con lengua a los 5). Me acuerdo de pensar una y otra vez que ese día probablemente Facu iba a querer chapar conmigo -como todos los días en la agenda de un cachondo pre-adolescente- y yo no me acordaba como chapar bien (porque con Matías estoy segura de haber chapado bien). Como no quería arriesgarme, cada vez que el me "chapaba" yo sólo ponía la cara. Básicamente nuestros besos eran él lamiéndome el sector facial correspondiente a la boca y al rededores. Pero eran los momentos más lindos, tocaba el cielo con las manos, no me importaba nada más.
También Facu fue muy importante porque me dejó una marca musical, y yo recuerdo muy profundamente a tooodas las personas que me enseñaron a amar la música, que me hicieron conocer sonidos nuevos y excitantes. Él era fan por ese entonces de los Red Hot, todo el día tocaba By The Way en la guitarra y yo no podía ni mirarlo porque iba a explotar. Me acuerdo que a veces cuando tocaba me miraba a mi como dedicándomela y yo me fundía en llamas.
Finalmente ese año 2002 se acabó, terminamos el cole. El no vino de viaje de egresados con nosotros porque se fue con su curso anterior, pero sí vino al campamento y nos "besamos" en la carpa hasta que vino "la Lizzie" a buscarnos. Lo vi un par de veces más en el PVS (club Parque Vélez Sarfield, otro nicho de bellos recuerdos), jugaba al básquet con Juan Martín y Juan Cruz. Después no lo vi más. Obvio apenas todos empezaron a tener Facebook lo busqué. No estaba. Varias veces lo busqué hasta que un día allá por el año 2013 me encontré con su hermana, con quien siempre tuve buena relación y siempre me decía cuñada en joda. Ella me pasó la data de que hacía poco se había hecho un Facebook y virtualmente me lo "recomendó" (se acuerdan de eso? sigue existiendo?). Se ve que se resistió a la tecnología, algo común a nuestra generación, las siguientes estaban entregadas porque terminaron la infancia ya con Messenger. En fin. Estaba igual, no había cambiado nada,. Yo sí había cambiado: ya no era ninguna boludita virgen, si no una Jedi sexual. Yo lo agregué y él me hablo (apaaa!!), hasta me dijo de ir a tomar algo, pero no volvimos a hablar, eso fue todo. Hasta que lo vi hace unas semanas en el centro. Ahí estaba mi amor de la primaria. Lo miré un rato y se fue, y después pensé que debería haberlo seguido y hacerme la que "ay hola!". Ya era tarde. Los días siguientes imaginé que me lo cruzaba, pedí cruzármelo. Y este sábado se me concedió.
Hicimos una previa bestial en mi casa con mi digna hermana y nos fuimos al Quality a bailar electrónica como sólo yo y ella podemos hacerlo. Me tomé una pasti que pegó en 15 minutos y como nunca antes. La música sonaba increíble y los cuerpos a mi al rededor eran como peluches de amor para abrazar y tocar. Así me lo chapé al negro, amigo de mi hermana. Horas más tarde bailaba con Ceci y sus amigas y me tomé otra pasti (como no pagué entrada, pensé en darme el lujo de festejar mi ritual como era debido, sin bajar ni un segundo)(see, quizás un poco excesivo, lo sé) y cuando me pegó, decidí ir a buscar al negro para disfrutar más de sus labios gordos y cuerpo sudado. Mientras caminaba en la dirección en que lo había visto por última vez, lo vi.
Tengo una foto de ese momento en mi cabeza, porque estaba empastillada, con una música increíble sonando, y vi a mi máximo amor de la primaria frente a mis desorbitados ojos. Sólo me tomó un segundo de admiración hacia la vida decidir ir a hablarle. "Hola! Te acordás de mi?" con cara de puta. Encima estaba muy sexy el sábado (estoy hablando de mi, aun que obvio él también), estaba perfecta, todo estaba perfecto en ese momento. Obvio que se acordaba de mí, me sonrió, me saludó, me mostró a su hermano, Gabi, yo le dije "la última vez que te vi tenías 3. Estás igual al Juan Manuel! (el hermano mayor)", nos pusimos al día. Entendés? Como viejos amigos, porque no nos vimos en más de diez años, pero a tu amor del despertar sexual no te lo olvidás jamás. Nos acordamos de boludeces de cuando ibamos juntos a sexto grado. Él se acordaba de cosas que yo no, y viseversa, y ambos nos acordábamos de algunas cosas también. Entendes??!! Él se acordaba de cosas que yo no, él tenía recuerdos mios en su memoria, intactos a pesar del tiempo. Hasta me dijo cosas profundas. Le pregunté qué opinaba del Facu de 13 años que yo había conocido y me dijo "fue un año difícil" "por?", "me quedé de año", "osea que te afectó" (algo así fue, no me acuerdo bien) "y sí, como que ese año fue mi año rebelde, me rebelé".
En este punto ya estábamos en confianza. Le hice las dos grandes preguntas: "vos gustabas de mi?" (volví a los 11 con esa pregunta) y me dijo "y a vos que te parece?!" con los ojos abiertos como platos, "obvio que sí", me dijo. No podía más. Estaba hermoso, sus brazos musculosos con tatuaje, el mismo corte de musculosa que usaba cuando era chico, te juro!!!! Va la segunda: "tenés novia?", "no", "estás divino", "vos también". No sé en qué momento nos quedamos solos bailando pegados, mirándonos a los ojos con la máxima calentura que sentiste en tu puta vida. Besándonos. No todas las personas besan bien o gustan siquiera de besar mucho. Este no era el caso, Facu besaba más rico que nadie, mejor que el negro y mejor que todo el mundo. Me acordé de su lengua, era igual, juro que era igual. Nos abrazábamos y nos apretábamos, nos besábamos sin parar y sin parar de bailar. Fue la mejor fiesta de mi vida.
No tengo ni palabras para describir lo que sucedió después. Hicimos after en mi casa (quilombo bárbaro) y vino. Me lo cogí. Me miraba a los ojos entendés? Yo no entiendo nada. Fue surreal. Sé que no me lo imaginé porque tengo su número en whatsapp.
Creo que me enamoré otra vez. Te juro que me volvió todo.
Estoy loca. No sé que hacer.

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