jueves, 2 de diciembre de 2010

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El ciento once. No me explayé mucho sobre mi nuevo trabajo en el call center, pero creo que es hora de hacer un pequeño relato sobre la actividad que ocupa la mayor parte de mi tiempo actual. Con la mayor parte de mi tiempo no me refiero a que es explotador, si no a que el resto del tiempo de mi vida actualmente prefiero dormir.
(contextualización:) Últimamente tomé muchos compromisos que, si bien me interesan, todavía no me benefician al cien por ciento y nunca pensé que YO iba a decir esto, pero en este tiempo estuve pensando que debería ser (muy de vez en cuando) un poco más egoísta o un poco menos dada. No quiero decir que soy súper dada y genial, no quiero caer en mi faceta pedante, si no que a veces me copo con ciertas cosas y sin darme cuenta termino haciendo más de lo que puedo y en parte siempre fue por la culpa de vivir materialmente de arriba con todos mis amigos/as y conocidos/as. Ahora que tengo un sueldo deseo ocuparme de mí y eso incluye una o dos semanas de estar al pedo y dormir antes y despues de ir a trabajar.
(introducción) Vivir el primer día desde mi mente fue bastante patético: quería hacer alguna que otra semi-amistad (es decir una amistad laboral, nada muy elaborado ni emocional) pero a la vez me divertía de una manera horrenda forreando internamente a la mayoría de mis compañeros. Eso si que fue pedante, durante toda la primer semana pensé en escribir que uno de mis compañeros era igual a un personaje de 'El laberinto del fauno' (igual al fauno, pobre), que otra se la tiraba de piola we-we pero en realidad era una forra fi-fi, que otra tenía piernas lindas y jeanes geniales pero la cara más fea del universo. Porqué, pregunto yo, tanta violencia mental suprema. En fin.
(resumen parte1) Primero tuve la capacitación, super aburrido, a excepción de un par de barditos obscenos que se armaron: el primero fue un pequeño puterío entre dos chicas que se chaparon al mismo chico (uno medio bajito con pinta de flogger carilindo) y una de las dos se la chupó justo después de que el carilindo le había dicho cosas tiernas a la otra, cualquiera, onda secundario; y el segundo fue un lio más jodido que constaba de tres mensajes de texto que el capacitador (gordo, narigón, severo pero de esos que cada tanto tira chistes malísimos, con anteojos y tetas) le había mandado a tres compañeras distintas con la misma intención (deshonrosa). A la única que se animó a atestiguar la cambiaron de grupo y a la semana siguiente me cambiaron a mí y dos más con ella porque ibamos a entrar antes a atender. El nuevo grupo era una cagada, estabamos totalmente disgregadas y discriminadas, eramos ''los nuevos'' y cada vez que podían nos hacían sentir idiotas (imaginate que YO me puse colorada, como hicieron?).
(resumen parte 2) El día que 'bajé' a línea fue la muerte, lo más frustrante de mi año. Sí, es una idiotez frustrarse por un trabajo en un call center, pero lo que pasa es que en la capa yo era una de las 'ñoñas', sabía todo y hacía todo bien y era una sensación que no experimentaba hace tiempo, entonces que cuando entrara a línea me saliera todo como el culo fue algo directamente feo y chomaso. Por suerte a los dos días ya era ñoña otra vez y ahora que mis compañeros también 'bajaron' yo soy una de las 4 con más experiencia del turno de la noche (suena mal lo sé) y hasta me piden ayuda! Repito, es una idiotez, no es un trabajo en el que pienso hacer una carrera, pero el sentimiento de utilidad y capacidad y destreza es algo inigualable y realmente lo necesitaba, es un incentivo para mi nueva yo (la que no es vaga, irresponsable e impulsiva).
(breve reseña general) Lo que quiero decir es, todo aquel que trabaja en un call center y dice que es horrible es un idiota, no porque sea un trabajo genial, si no porque siguen trabajando ahí y se conforman y son mediocres y les cabe la rutina de mierda. Yo a esta altura ya averigué los requisitos para postularse como facilitadora y supervisora y ya atiendo por lo menos el 50% de las llamadas en el tiempo que se espera de los agentes con más de tres meses de experiencia. Suena pedante y me ENCANTA porque tengo un motivo! A mi
me gusta trabajar en el call center
porque me pagan, porque no es realmente difícil, es mentira que los clientes te tratan mal, y porque estoy trabajando y me siento útil, responsable y que me hago cargo de mis objetivos a largo plazo ahorrando para un fin. Me encanta mi trabajo y me encanta ser ñoña y me encanta todo lo que a nadie le encanta.
SUCK IT!

1 comentario:

  1. zarpado
    hoy fui a una entrevista y me asuste un poco.
    "Vi" toda tu experiencia, la vi, tres imagenes.
    la vi a la que se la tiraba de piola we-we pero en realidad era una forra fi-fi, GENIAL.
    aplauso

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Usted acaba de escuchar parte de la conversación casi interminable conmigo misma que durará toda mi vida y cuyo archivo comparto con la nada virtual. Siéntase libre de opinar del tema en cuestión.