sábado, 17 de enero de 2015

La comunicación

Es lo más importante. Vivimos todxs juntxs y poreso necesitamos expresar y escucharnos entre nosotrxs. Es un bajón que por lo general nos cueste más escuchar que expresarnos, en especial cuando se trata sobre nosotrxs mismxs o algo que nos involucra. Y aquellxs que no pueden ni siquiera expresarse, que terrible debe ser.
Hay varias maneras de comunicarse. La verbal es sólo una de ellas, la más utilizada pero la más limitada también en un punto, ya que podemos remitirnos sólo al lenguaje y las descripciones para retratar lo que sentimos y nunca llega a ser tan preciso como lo que hay dentro de nuestra mente. También pasa que con el tiempo y la confianza, las personas pueden desarrollar una empatía mental implícita, algo así como la telepatía. Es sorprendente cuando sucede, pero nunca la ejercitamos ni le damos el valor que le corresponde cuando la experimentamos. También hay formas mas sintéticas y claras que se remiten a los sentidos: una imagen, un sonido, una caricia, un beso, un perfume. Es hermoso comprender a una persona a través de los propios sentidos, algunos incluso pueden percibirse despojados de todo prejuicio y pre concepto. Por último, creo que hay pequeños gestos que comunican mucho. Acciones cotidianas o especiales, o simplemente una mirada. Una mirada puede contener un mundo tan legible que asusta. También puede perderse en un espacio y tiempo muy lejano, a veces paralelo, las miradas pueden interpretarse muy bien y a veces muy mal. No es fácil.
Pero creo que la comunicación más difícil es la que no es natural. La que sucede sin verse las caras. Las personas no nacimos en un mundo donde podamos comprendernos si no estamos frente a frente, creo que se puede llegar a un mutuo acuerdo de entendimiento o a una pauta de comportamiento que sea adoptada simultáneamente, pero no existe saberse unx hacia otrx sin compartir un espacio sin palabras.
Incluso mientras escribo esto creo que me enriedo y no encuentro la forma de explicar lo que siento. Pero lo siento. Nada lo va a cambiar. Nada lo va a borrar. No quiero borrarlo siquiera.
Como que sé lo que quiero decir, pero no puedo explicarlo. Quizás es mejor así.

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Usted acaba de escuchar parte de la conversación casi interminable conmigo misma que durará toda mi vida y cuyo archivo comparto con la nada virtual. Siéntase libre de opinar del tema en cuestión.