Nota: pueden sentirse indignados por la cantidad de comas en este texto. De ser así, no dejen de marcar donde hay de más y donde faltan. Desde ya muchas gracias, Atte, la journalista de este blog.
martes, 22 de febrero de 2011
COSITAS
Hay un millón de cosas que me dan vueltas en la cabeza. Sí, como a todos. Pero sea cuestión de SPM o de soledad o de muchas cosas que hacer o de que ya no me como las uñas, la cuestión es que a veces me cuesta canalizar la ansiedad. A veces no puedo entender el hecho de que no conozca una sola persona con las mismas ambiciones que yo, o que otra gente tenga lo que yo quiero sin merecerlo. No que yo lo remil merezca, pero estoy esforzándome mucho desde que me recuperé del bajón existencial el año pasado y las cosas están viniendo hacia mí, pero igual sigo indecisa. Donde busca uno la inspiración para dirigirse hacia un lugar sin distraerse con nada, es una pregunta eterna en mí, que soy tan distraída y hasta hace pocos meses, sumamente inconstante. Estoy aprendiendo y acostumbrándome a invertir en mí, a dejar que el tiempo pase sin novedades, con la esperanza de que si persevero, triunfaré, pero qué raro si consideramos que no sé en qué quiero triunfar. Obvio el triunfo que siempre tuve claro es el de rodearme de gente que me quiera y que esté en la misma que yo, un NOVIO guau un novio como el que yo quiero sería un ALTO triunfo, o una novia, porqué no. Pero conocer gente es casi tan difícil como ahorrar para un pasaje a Europa. El ambiente nocturno ya no da, sigo viendo a la misma gente que tiene como 22 y actúa como de 15. Y yo me siento de 20 y quiero hacer cosas de 20 osea aprovechar que soy joven, correr por todos los países que me sea posible, tener una banda! (sueño dorado, desde que vi mtv por primera vez quiero ser la cantante de una banda) quiero ponerme las pilas pero no necesariamente con una carrera. Y por más que empiece canto o retome danza o retome cine o me mude sola, como que tengo un zumbido constante en la mente, la voz de mi consciencia (tipo pepito grillo) que me dice que hay más, que me obsesiona y me da ansiedad. Pero bueno, tendré que ocuparme de mí y ver qué pasa, al fin y al cabo, son sólo cositas.
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Usted acaba de escuchar parte de la conversación casi interminable conmigo misma que durará toda mi vida y cuyo archivo comparto con la nada virtual. Siéntase libre de opinar del tema en cuestión.