un mañana.

Las horas caen llevándose esta vez todo lo que el viento me habló, eterno el día sin esperar... ya volvió con tu cielo que se abre en dos.
Niño precioso, que no entiende nada ya, cuando apareces tu energía es tan diáfana...
escóndeme antes de que mire el mundo...

él me llevó a su casa. me mostró su cuerpo y yo le mostré el mio, me dijo cosas lindas y le respondí, me contó su vida y le conté la mia, me tocó su música y yo bailé, me cantó sus canciones y yo hice coritos, compartimos nuestros pesares, nuestras alegrías, nos conocimos. por un rato, nos confiamos el uno al otro, borrachos, pasados de hora en su cama. después yo lo llevé a mi casa, ya de día, repetimos todo el ritual y nos fuimos a dormir. al día siguiente pasamos el día juntos. y el quería seguir conmigo, pero yo estaba en otro lugar.

cada cosa que hicimos, que nos dijimos, que compartimos, yo ya lo viví. y fue mejor antes. lo viví tantas veces, siempre con el 'nuevo' era mejor que antes. pero ya no. ya estoy en otro lugar del que no puedo salir. y no puedo porque no quiero. porque es lo que me hace mejor, lo que me hace más feliz. ya lo viví muchas veces, pero nunca como ESA vez. y ahora ya no quiero nada más.

me dijo que quería ayudarme, que quería hacerme feliz con cosquillas y risas (me lo dijo así tal cual, fue muy cursi para ser la segunda encamada). y yo le dije, me alegra haberte conocido, me parecés genial y es muy lindo de tu parte querer que yo esté bien

PERO

(siempre hay un pero as i always say)

eso sólo lo quiero de una sola persona. hace un año las cosas hubieran sido diferentes. pero ahora ya tengo una historia que tiene su trayectoria y su lugar en mi vida, en mi mente, en mi alma, en mi cuerpo. hace casi un año conocí a alguien especial y lo dejé. y ahora estoy esperando que vuelva. lo espero después de todo lo que pasó lo que se dijo lo que se hizo lo que sentimos, sabés porqué? porque no es cualquier especial,

es el que viene con jamón y morrones.