domingo, 22 de agosto de 2010

possibly maybe

bueno otra vez. el viernes volví a cumplir esa medida de tiempo en la que ya no imagino que el ale me llama o me visita y sonó el timbre y no me acordaba de él y quién era?
of course. es una medida de tiempo exacta que determina que él no se vaya de mi vida y yo no me vaya de la suya. o es una broma del destino. pero que es siempre así, puedo asegurarlo. es matemático. cada vez que no me acuerdo de él, aparece. cada vez que lo olvido, vuelve. en ese preciso instante reaparece y yo siempre caigo en esa sorpresa de no saber qué hacer. si pedirte perdón porque te olvidé, o pedirte permiso para recordarte con un abrazo, o pedirte que te largues para siempre. casi siempre me doblego a lo que él quiera de mí. (es gracioso porque a veces digo él, sabiendo que no me escucha, y a veces digo 'a vos', 'pedirte', imaginando que a escondidas me lee)(cosa que no sucede en la realidad). la verdad es que el ale no está en mi vida, está en mi mente. cuando pasa ese tiempo exacto mi mente hace ese jueguito enfermo que le devuelve la vida a todo lo que él significa para mí.
el viernes vino a visitarme, lo dejé que me haga suya porque no puedo no serlo! ya no sé si tiene sentido resistirme. porque en realidad hay cosas que me hacen mal. si bien me hace feliz verlo y dejarme ser y sentir eso tan tangible y liberador, me hace mal darme cuenta que las cosas no son como antes. el vino el viernes pero se fue a trabajar y no iba a volver a la noche. yo no iba a cocinarle ni él a mí ni íbamos a mirar una peli ni nos íbamos a despertar juntos ni a saludarnos con un beso en la boca y un abrazo sin querer dejarnos ir, queriendo estar juntos todo el tiempo tranquilos y felices. ya no va a pasar eso y caer en esa realidad siempre me lastima. y el viernes me lastimó. y el sábado al medio día también. lloré de nuevo como cuando más dolía y dolió así también. no estuvo bueno. yo quería retarlo, quería putearlo, quería decirle que lo odiaba y que todo era muy injusto para mí y el se reía como siempre y me hacía reír y sentir tonta. me hacía sentir que no era tan complicado en realidad y que no tenía porqué resistirme.. inclusive cuando yo me daba cuenta de que en realidad me dolían las cosas y no me sentía bien y feliz como antes. pero ahí estaba el, estabas vos ale lindo riendo como siempre y haciéndome reír a mí. y es lo que más entraño. te lloré un poco también y me abrazaste y después ya te fuiste al carajo: 'querés quedarte a comer?'..
a ver pará, pará... las cosas no son como antes entonces eeh, no, no quiero comer con vos. no entendés que me cuesta? comer con vos puede parecerte lo más simple del mundo pero para mí es como un simulacro de felicidad que no va a suceder! querés comer? querés fumar? querés besar? QUERES AMAR? para mí comer con vos significa que vas a poner una panera y que voy a recordar a la loca de mierda diciéndome 'panera es un lujo de amor' y ahí voy de nuevo. se entiende? yo soy muy fácil de ilusionar, sé que eso también depende de mí pero hay ciertas cosas con las que no quiero controlarme. con vos justamente si bien quisiera resolver esto cada vez que te veo no tengo ganas de controlarme, tengo ganas de darle rienda suelta a mi mente y que saque conclusiones que me hagan soñar cosas lindas sin despertarme nunca más. entonces cualquier cosa que hagas para mí siempre va a ser un indicio de lo nuestro. tan poca voluntad tengo, que vivo buscando 'señales' que me vayan ayudando a elegir lo que de otra forma quizás no me animaría o se me complicara. y tantas, tantas señales vi los últimos años, girando sin rumbo alguno y sin preocupación, que ahora ya no sé distinguir entre una verdadera 'señal' (si es que existen) y un hecho normal. quizás veo un papel de bananita dolca en el suelo y pienso: 'ah, esto quiere decir que no tengo que volverme tan loca con la dieta' y acto seguido estoy en un kiosko comprando cinco alfajores. tanto me analicé que ya no me entiendo. o quizás yo sí me entiendo pero no puedo hacerme entender con la gente con el mundo con la vida con lo que me rodea en general.
entonces con todo esto que tengo en la mente, vos, ale, reapareciste el viernes y el sábado. me dijiste que estoy loca, me dijiste 'qué limada' igual que cada vez que me veías desde que nos conocimos. siempre fui una limada para vos, quizás soy una limada, no es que me importe. pero es que debe ser verdad porque vos siempre tenés la razón a pesar de que quisiera tenerla yo y si soy una limada de en serio entonces quizás es más sano que no te vea más. si no me podés hacer un mínimo espacio en vos para ayudarme a despedir córdoba con alegría, entonces mejor no quiero verte para irme pensando que eso que tanto amé nunca va a volver a ser.

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