Y bueno, así como se rompió y así como viene el verano, así quedará. Pero de mientras para entrevistas laborales y demases necesito algún pantalón, digo, no tengo NI UNO. Estoy todo el día con uno de mi mamá, que, francamente, me llena de caldito las piernas.
''Relax, optimismo y no rendirse'' me dije y así emprendí la malísima aventura de ir en busca de un pantalón. Con mi amiga Jaci hablábamos el otro día lo bajón que es tener que ir a BUSCAR una prenda en específico. Cuando te comprás ropa porque sí es genial, ves lo primero que te gusta y sácate! tarjeta de crédito! (así era yo cuando tenía trabajo)(increíble sensación de omnipotencia material). En cambio, cuando te dirigís hacia una prenda en particular que necesitás por tu vida tan agitada y estilosa, generalmente no se da esa magia de que la prenda te elige a vos, si no que te terminás conformando con un básico en vez de saborear la originalidad de la prenda encontrada en el medio de la basura que relucía frente a tus ojos y hasta tenía un número o letra o color o cualquier cosa que una interpreta como una señal del destino para comprar ESA MAGNÍFICA PRENDA.
Este caso no podría estar más alejado. En el primer local pido un 36. SIEMPRE fui 36, hasta en mis peores épocas. Y además, como para que no quepa duda, pido siempre elastizado, cosa de que si es medio rebelde el lonpa, elastizado no hay forma de que no suba. Ok, 36 elastizado entonces. No me subió más de las rodillas. Instantáneamente quise mandar todo el relax, optimismo y al mismísimo Levi Strauss al reverendo ojete. Me calmé, ''a ver victoria, tenes el CULO AL AIRE, probate los pantalones pendeja''. 38, no subía de los muslos. 40, no prendía. 42, me quedaba oxford, 10 centímetros más largo, me sacaba chichas y me hacía el culo defectuoso (como si ya no tuviera suficiente el pobre!).
Cuándo me convertí en talle 5? Desde qué temporada el 34 pasó a ser el nuevo 40? Y porqué de entre todas las opciones de materiales que los diseñadores tienen justo deciden continuamente NO poner de moda los pantalones elastizados? Preguntas sin respuesta. Uno piensa automáticamente que es culpa del mercado. Y ni siquiera! Porque quienes reciben el dinero del arduo trabajo de las viejas en el taller OBVIAMENTE no tienen la intención de excluir los cuerpos inperfectos de su clientela, ya que estos representan LA MAYORÍA. Pero en fin, una no puede tener jamás todas las respuestas cuando de cuerpos y ropa y moda se trata, es un tanto misterioso. Pero en fin, misterioso o no, me costó DIEZ Y SIETE JEANES (los conté, quise que fueran veintidós pero no me daba la autoestima para tanto) encontrar UNO que me gustara. Y no sólo me gustó, me enamoré, pero de la parte de adelante nomás. Atrás no tiene bolsillos y tiene una etiqueta horrible y encima como es gris y tiro alto remarca mis dimensiones. Ahora, con tanto revuelo en la mañana (pensá que le levanté a las 6 y media porque previo a esa bajada de línea estilístico-estética tuve que hacer unos engorrosos trámites médicos y que me recorrí como 50 cuadras céntricas llenas de pelotudos que van papando moscas cuando uno sólo quiere terminar lo que ha ido a hacer) directamente concluí en lo siguiente:
Como mucho, seré un 38.
La etiqueta se la descoso.
Si el jean es gris y sin bolsillos y remarca mis dimensiones, mejor! Más sincero el jean, más me acostumbraré a querer a mi culo (no es que no lo quiera, lo adoro, pero los maniquíes me pelean).
Y la industria textil me chupa la axila chivada de tanto forcejear con los malditos pantalones.
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